Mi misión, como profesor de Educación Física en Secundaria y Bachillerato, no es otra que la de contribuir a preservar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, gracias a la difusión de los beneficios que ofrece la actividad física. 

 

Cuando hablamos de estos beneficios, debería ser suficiente con decir, que según datos de la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo. Sin embargo, como bien indica la OMS, al menos el 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener dichos beneficios.

 

Centrándonos en España, el 73% aumenta su riesgo a enfermar por sedentarismo y ya ni hablar del enorme problema que supone, a día de hoy, el sobrepeso y la obesidad infantil. Los datos demuestran que nos encontramos entre los países de la UE con más inactividad física.

 

Algo estamos haciendo mal y tenemos que cambiarlo. La sociedad no es consciente de los grandes beneficios que aporta la práctica físico-deportiva (a nivel físico, mental y social):

  • A nivel físico: Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular, respiratorio y endocrino. Previene las cifras altas de colesterol, la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardíacas y circulatorias. 
  • A nivel mental: Debido a la liberación de diferentes sustancias, como la endorfina, conlleva una reducción de la ansiedad, la depresión, el estrés y produce una sensación de relajación y bienestar. Facilita la regulación emocional, mejora la autoestima, regula los ciclos del sueño y los procesos cognitivos (memoria, atención y percepción).
  • A nivel social: Mejora los procesos de socialización, de autonomía y de independencia. Fomenta la interacción social y el sentimiento de apoyo y pertenencia grupal. También mejora las habilidades sociales.

 

¿Qué haría si le ofrecieran una píldora para lograr estos beneficios? ¿Y si para tomarla tuviera que esperar media hora cada día? Eso es exactamente lo que sucede con el ejercicio físico. Ahora depende de cada uno de nosotros decidir que píldora tomar, la que le estamos recomendando o la del sofá.  

 

Para finalizar, no quiero dejar pasar el momento tan duro que nos ha tocado vivir, animando a la gente a quedarse en casa, sin dejar de lado la actividad física y para ello os dejo un calendario con vídeos de sesiones dirigidas.

 

 

PARA SABER MÁS:

 

Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud De la Organización Mundial de la Salud.

 

Javier Calvo Gonzalez. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Profesor de Educación Secundaría.